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Global Inside Synopsis es una marca registrada de newsletter con contenidos de información, análisis y opinión política y económica de Argentina y el mundo. Se brinda en este espacio un panorama que se considera altamente calificado para la toma de decisiones.

jueves, noviembre 23, 2006

EDITORIAL: “LA IDEOLOGIA DE LA PELOTA DE HUMO ”.
(Por el Lic. Gustavo Adolfo Bunse). (21/11/2006)

El próximo sábado 25 el Gobierno cumple 3 años y medio.

En realidad, no cumple… digamos…ha transcurrido.

Apoyándose plácidamente en su silla de ruedas, ha venido moviéndose hasta hoy por un camino que no fue previsible ni siquiera para él. La incertidumbre, la de ayer y la de hoy han sido las huellas más claras de su destreza para improvisar en todo, cambiando solamente una parte del pavimento que pudo haber sido funcional a sus dos ruedas.

Es una silla ortopédica que puede verse cada vez que se insinúa alguna crítica objetiva sobre su incapacidad estructural.
En ella se ha deslizado… sin hacer nada esencial.

Esa inexcusable incapacidad motriz sigue siendo mostrada insólitamente, como una especie castigo recibido, de impotencia “ transitoria”. Un infierno “injustamente heredado”.

La recuperación de la economía, operada por un gran rebote y una benevolencia exógena histórica, correlatos de un default y de una devaluación pésimamente mal aprovechadas, tiene, en verdad, cualquier sello menos el de la pericia del gobierno.

Fueron hábiles al denominarla como “CRECIMIENTO”.

La inexistente reinserción del país en el mundo es la base de la inconcebible “ESTRATEGIA DE ATRACCIÓN DE CAPITALES”.

Las exportaciones de cereal y siderurgia son hoy casi una “última ratio” frente a una balanza comercial que ya está haciendo un giro en el aire, porque sin la más elemental inversión de mediano plazo, habrá que importar desde petróleo hasta madera.

Y allí quedará la esperada economía productiva de sustitución.

Ostentan así, el “FLORECIMIENTO ECONÓMICO NACIONAL”.

¿Sería alguien un escéptico y deshonesto si dice que todo esto es una enorme pelota de humo y que vamos a tener problemas ?

Todas las iniciativas políticas que brillaron por su ausencia desde los comienzos, empiezan a ser recién ahora un clamor de nuestra conocida oposición “Light”, reclamando un sinnúmero de reformas estructurales de las que nadie se puede explicar el motivo de su parálisis.

Para enmascarar la parálisis, se ha empleado la “ideología de la pelota de humo”.

La reforma política, por ejemplo, concentrada pobremente en dos ó tres puntos cuasi formales como la “lista sábana” tuvo principio de iniciativa en una de las Cámaras del Congreso, pero no tardó nada en caer sepultada frente a la virulencia corporativa de un escenario basado en la continuidad y en la inercia del anquilosamiento político argentino.

Jamás tuvieron en su mente una reforma impositiva estructural, ni atisbo alguno de cambio en el salvajismo tributario para las Pymes que, en verdad, resulta funcional a su liturgia.

Contrario-sensu, con la enorme catarata de DNU (decretos de necesidad y urgencia) se ha pavimentado mucho más todavía el camino del sostenimiento de todo el régimen distorsivo, libreto que viene permitiéndoles seguir tranquilos con los espejismos macroeconómicos que les permite la famosa ley de “emergencia económica” , su mejor excusa.

El gran catálogo de reformas jamás hechas, encabezado por la imprescindible Reforma del Estado es tan extenso que no deja dudas sobre la monumental irresponsabilidad del Gobierno sobre aquello que hoy debe existir y dejar de existir en el país.

Nos muestra que jamás tuvieron la mínima percepción sobre los dramas que deberían merecer atención urgente en este escenario de orfandad en la dirigencia política.


Lo que pasa aquí es que no hay Estado, es decir, que el Estado realmente no existe y que, por lo tanto, la dirigencia política no percibe la necesidad de reformar absolutamente nada de él.

Nadie quiere, y nadie puede, reformar lo inexistente.

Y frente a todo esto, no alcanza a verse ni una sola línea, ni una voz crítica consistente entre los editoriales, en general serviles, de la prensa argentina, como si la gestión actual fuese poco menos que un ejemplo de conducta política bajo la dirección maestra de un estadista de primer nivel.

El verdadero páramo de contrapoderes en la Argentina puede ser, como en general lo ha venido siendo, una consecuencia del formidable “poder adquisitivo” que tiene la “caja” del Gobierno, pero no es menos cierto que eso jamás podría funcionar tan fácil si el país no se caracterizara por una impresionante genuflexión social y empresarial así como la proliferación de una dirigencia política abigea, advenediza y sin el menor escrúpulo .


La “pelota de humo” es pues, hasta ahora, el clima en el que mejor se mueve esta gestión.

La ideología de la “pelota de humo” y de la nebulosa hace que las aspiraciones de cualquier persona se vean empujadas a caer muy rápido en el conformismo, alejado por completo de la ambición más elemental para poner al país a recuperarse en serio.

Con esto que se “vé”… le basta a la gran mayoría de la gente.

Con este nivel de gestión parece suficiente, para que muchos digan que, “algo es algo”, precondición doméstica que es perfecta en la Argentina para sostener e incluso para reelegir a un Gobierno.

El largo plazo es para el Gobierno algo en lo que deben pensar sólo los perjudicados, los acreedores y acaso los impacientes de la megaestafa privada contra el ahorro público nacional.

Cualquier otro enfoque político debe merecer solamente un tratamiento de corto plazo, con una visión de mera supervivencia, sistemáticamente refractaria a cualquier advertencia sobre los niveles mínimos de crecimiento que hacen falta en los próximos diez años para que la Argentina evite una temprana recaída en el desastre cíclico que viene transitando en el último medio siglo.

“La ideología de la pelota de humo” es básicamente, amiga del cortoplacismo y de la más loca improvisación como herramientas primarias de la subsistencia en el poder.


La pelota de humo, en política, es la conocida estrategia de la ambigüedad, de las imágenes difusas, de la generalización de las culpas ajenas y de la victimización de las propias.
Tapar un problema con otro nuevo en una sucesión interminable en la que nadie sabe cual es el grave y cual el que vino a taparlo.

La teoría conspirativa, por ejemplo, es el sustento principal de la “ideología de la pelota de humo”. La compran todos.

Hay Gobiernos que se muestran más proclives que otros a traficar muy rápido con las teorías conspirativas generalizadoras.

Este Gobierno por ejemplo, ya pudo construir con gran facilidad cien teorías conspirativas , todas con origen sedicioso.

El emperador Marco Aurelio Antonino Basiano, (más conocido como Caracalla) era hijo de Septimio Severo y gobernó desde el 211 hasta el 217 (asumió con 23 años de edad y murió asesinado con 29 años) .

Probablemente el más cruel de todos lo Césares, tenía por costumbre decir : “ Yo no vendo bolas de humo. Sólo acepto que vengan a comprármelas y me lo pidan por favor ”.

La práctica política de la “pelota de humo” cumple perfectamente con las cuatro funciones que caracterizan a una ideología :

1) Es un instrumento de poder.

2) Es un mecanismo de defensa contra la información.

3) Es un pretexto para sustraerse a la moral, haciendo el mal ó
aprobándolo con una conciencia social abnegada.

4) Es un medio para prescindir del criterio de la experiencia, es decir para eliminar ó aplazar indefinidamente los criterios de éxito ó fracaso.

En suma, la “ideología de la pelota de humo” no es otra cosa que uno de los subproductos más refinados de la mentira

Hay una franja entre el error “involuntario” y el engaño deliberado donde se despliegan, desde el poder, una gran cantidad de híbridos en los que estas dos cosas son mezcladas muy bien por un alquimista totalitario.


Pues, debe quedar claro que apenas se empieza a apelar a estas herramientas, el totalitarismo ya está cabalgando en el poder.

Y sin embargo muchas veces puede oírse con asombro que estos son los artilugios naturales de un conductor que se hace cargo de una calamidad, siendo entendible por cierto tiempo en alguien astuto como puede serlo un primer mandatario.

Elogiarlo a un Presidente por su pericia en el arte de embaucar a la opinión pública, de engañar a todos, de comprar rivales y de sobornar a la prensa por doquier, es como si los clientes de un banco plebiscitaran al Director por sus talentos como ratero.

La democracia se suicida si se deja invadir por la mentira y el totalitarismo si se deja invadir por la verdad.

La “ideología de la pelota de humo” es el chaleco antibalas del totalitarismo.

Mil ejemplos de la historia nos dejan ver que para calzarse ese chaleco fue imprescindible siempre como mínimo :

Ser un sátrapa, ser un farsante moral y ser un mercader de las honras humanas


Lic Gustavo A. Bunse
gabunse@yahoo.com.ar
EDITORIAL : CARTAGO Y LA SAL DEL ODIO
(Por el Lic Gustavo Adolfo Bunse) (15/11/2006)

La candidatura de Cristina es una apuesta muy compleja y sospechosa. Esta signada por un odio metafísico aún mayor, probablemente, que el concitado por su marido.

Ideológicamente se halla en posiciones más extremas y si hubiese un “amperímetro” de la crueldad, ella gana.

Sólo fue “lanzada” a través de voceros cuidadosamente elegidos (Kunkel y Fernández) pero nada fue confirmado por el matrimonio, oficialmente.

Si lo que pretenden es ponerla en la proa de la nave para que el viento le pegue a ella, entonces, en no más de siete meses tienen que bajarla y reinstalar la reelección.

Allí corren el riesgo de varios costos políticos sin contar con la sorpresa y la evidencia de una farsa mal urdida.

Si lo que pretenden es darle motor pleno a esa candidatura aprovechando el baldío político de la oposición, corren también enormes riesgos. Básicamente por el último hallazgo de dos encuestadores no corruptos, en línea con aquel aura de odio : El padrón femenino la rechaza en un dramático 67%. Más propiamente… la odian


Arrancaría pues, con la mitad de los votantes en una condición de reluctancia que sólo tiene que ver con su soberbia y su carisma evidentemente negativo.

Tendría que tener un “plan de lluvia” muy temerario.

Todo lo que se ha venido retrasando y postergando en la Argentina, todo lo que se va artificializando y lo que se barre bajo la alfombra, prefigura un escenario que obliga a subir interminablemente la apuesta de la mentira.

No son tan invulnerables. Cometen errores estratégicos
tan grotescos que hasta resulta inconcebible que ningún adjutor se los advierta. La única explicación es que nadie se anima por el clima de terror que cunde en “palacio”.

Misiones fue una clara muestra. Queda mucho odio allí.

La única ventaja que conserva el “régimen”, como queda dicho, es que la República, vaciada ya de instituciones ha caído en la total inmunodeficiencia por el colapso de las alternativas.
Y en una sociedad, dividida… se desconfía y se odia

Los anticuerpos políticos están congelados o reducidos a las tres caricaturas de las opciones raquíticas de Lavagna, Macri y Sobisch.

Ellos son algo así como los cónsules más débiles de la época de la Republica Romana. A ninguno le alcanza para ganar. Su fragilidad territorial es de terror .

No tienen casi nada de conciencia sobre su muy probable suicidio político. Acaso algún día tomen Cartago, pero van a tener que arrasarlo y dejar todo en cenizas.

El odio, desde y hacia Cristina, puede ayudarlos mucho.

Roma… estaba muy cerca de caer.

Casi por una casualidad no cambió la historia del mundo cuando Aníbal, el cartaginés, arrasó todo desde Gibraltar hasta las puertas de Roma. Y los romanos, perdidos, tuvieron que designar un cónsul suicida para que saliera a enfrentarlo.

Eligieron al cónsul Flaminio, que sin dudas no tenía fuerzas suficientes para combatir con Aníbal. Y se prepararon para morir, porque sabían que los cartagineses no dejaban un solo romano vivo cuando ganaban. Odio mutuo, cerril.
Así fue : Aníbal lo atajó a 30 kilómetros de Roma y lo aniquiló a orillas del lago Trasimeno. (217 a.c.).

Raro : después de la Batalla de Trasimeno, Aníbal no entró en Roma y siguió hacia el sur de Italia.

Si entraba en Roma, la hubiera encontrado desarmada y el solo hecho psicológico de arrasarla lo hubiese convertido en el Rey del Mundo. ¿ Por qué no lo hizo ?

Acaso algún Artemio López le dijo que esperara un tiempo.

Aníbal, que había aniquilado a todos los cónsules que le salieron al cruce, en Trebbia, en Trasimeno y en Cannas, cayó después, definitivamente, en Zama.
Y Cartago fue convertido en cenizas solo por el odio.

Catón lo había dicho mil veces : “Delenda est Cartagho”

“Cartago debía ser destruida”.

No se trataba de vencerla.
Se trataba de destruirla, de arrasarla, de borrarla de la faz de la Tierra para siempre.
Sus piedras, sus ciudadanos, e incluso su recuerdo debía desaparecer.

Y el punto de vista de Catón era suscripto por buena parte de los romanos. Roma odiaba a Cartago. Pero Cartago también odiaba a Roma como jamás en toda la Historia dos naciones se han odiado.

Los ciudadanos de las dos urbes, dueñas ambas de muy extensos territorios más allá de sus muros, creían firmemente que merecía la pena que su ciudad se hundiera en el infierno si conseguía arrastrar a la otra con ellos. No había rivalidad o enemistad.
Había un odio irracional, cuyos ecos aún nos llegan nítidos después de más de 2000 años.

Y Catón lo consiguió. No vivió para verlo, pero Cartago, capital de la nación púnica, fue arrasada con una minuciosidad tan terrible que los arqueólogos sólo han conseguido encontrar pequeños restos de lo que fuera la mayor y más rica ciudad del Mediterráneo.

Los magníficos edificios fueron primero incendiados, luego demolidos y para finalizar la tarea sus cimientos fueron arrancados de cuajo.

El páramo en el que los romanos convirtieron Cartago fue sembrado con sal para que nada volviera a crecer allí. Y cualquier resto de la esplendorosa cultura cartaginesa fue perseguido y exterminado. Borrado del libro de la Historia, muchas veces… para siempre.
¿ Por qué ?


¿Por qué este odio que aún hoy nos deja perplejos?

Los capítulos que reflejan ese odio irracional entre distintos personajes son muchos, pero el odio estaba firmemente arraigado en las sociedades. Toda la sociedad romana odiaba a Cartago: la odiaban los senadores, los importadores de artículos de lujo, los panaderos, los herreros y los campesinos.
Toda Roma odiaba a Cartago como jamás los romanos han odiado a ningún otro pueblo.

Lic Gustavo A. Bunse
gustavobunse@yahoo
EDITORIAL : “LA PARÁBOLA DEL PORDIOSERO”.
(Por el Lic. Gustavo Adolfo Bunse). (31/10/06)

En privado, el supremo es igual a Joe Bonanno.

Este mafioso siciliano instalado en Brooklyn, que fue jefe de la “famiglia” Maranzano, aunque parezca increíble, escribió un libro titulado “Hombres de honor”, unas 500 páginas que tratan de reflejar su autobiografía. Un verdaero filósofo surrealista de la auto exculpación, que cuenta varios aspectos de su curiosa personalidad todos los cuales encajan bien con los del supremo.

Con independencia de su estrabismo exotrópico, no fija la mirada en su interlocutor por más de 10 segundos y en muchas circunstancias levanta las manos con sus palmas hacia delante, exclamando “eso no es mi culpa” ó “y…que quiere que haga ?”

Sus órdenes, se enmascaran en una suerte de fuga anticipada de cualquiera de sus culpas primarias.

Y tal parece que su entrenamiento para esquivar el “fardo” proviene de una cierta conciencia personal sobre que su información puede estar contaminada por quienes le escriben el “Diario de Yrigoyen” o por la inutilidad técnica de su propio esquema de “servicios” de información, bueno para nada .

Si hubiera tenido una encuesta bien hecha, no se hubiese embarrado gratuitamente en el prostíbulo de Rovira ni tampoco le hubiera regado el jardín con cheques de todo calibre. Viajó a Posadas y se desgañitó en alabanzas… sólo por una razón :

“Le vendieron carne podrida… y la compró”

Y lo único que lo pone a salvo, ahora, de ese costo político, es precisamente el arte de Joe Bonanno : su entrenamiento relativo para sacarle el cuerpo a las responsabilidades.


¿ Que hubiese ocurrido con el ánimo de nuestro Bonanno si algún profesional idóneo le hubiese llevado una investigación de opinión misionera bien hecha, que informara algo parecido a los resultados finales : “NO” = 56,6% “SI” = 43,4% agregándole que eso significaría claramente 20 convencionales para el FUD y 15 para Rovira ?

Hubiese hecho lo mismo pero al revés, no se dude :

Hubiese viajado a Misiones para pedir por favor que aplasten a Rovira. Sin el menor escrúpulo, lo hubiese pasado por las armas a su “amigo” el Gobernador sin siquiera avisarle nada.
Asi son las cosas.

Con datos que cree seguros para acceder a un triunfo… llegaría a despellejar a su propia madre.


Hubiese ido entonces, a pedir por favor, a suplicar “que lo ayuden a evitar que se pueda consumar ese intento hegemónico que tanto daño le hace a nuestra querida patria”.


Con los datos confirmados en la mano sobre la seguridad de que un resultado “A” le va a ganar a otro “B”, arma un discurso de súplica para que lo ayuden a que triunfe “A”.

Sabe muy bien que el escenario siguiente es que, cuando triunfa “A” lo que ocurrió fue,a los ojos de todos, que la gente lo ayuda y que su pordioserismo da resultado.

Así es : cuando se halla frente a una multitud, o cuando se presenta en el “ágora”, asume una actitud de pordiosero político.


Una especie de víctima de los “malos”, de los “complots”, del empresariado inescrupuloso, del capitalismo de la globalización y de los “poderes extranjeros”. Igual que Joe Bonanno

Propicia en su discurso, como un sonsonete, el envío de responsabilidades contra cualquier cosa que sea un ente fantasmal, un periodista o un empresario para hacer finalmente una curiosa exhortación : Ayúdenme !!!!!

Pide ayuda. … Pero con el as en la manga.

En efecto, analizando en forma cuidadosa un total de 72 discursos (de atril o de barricada) se puede hallar que, en mas del 50% dice, textualmente, en cada epílogo de sus discursos (siempre a los gritos) :


“Les pido ayuda… Les pido que me ayuden, se los pido por favor.. Todos y cada uno de ustedes me pueden ayudar en esta lucha que no puedo afrontar solo”. (sic)

¿ Qué significa ese pedido de ayuda ?

Naturalmente, lo que pide en sus discursos es que, toda esa gente, vote por sus iniciativas una vez que vea que : todo lo que pidió… ocurrió.

Que vote todos los “tickets” que lleven a la cabeza el sello “K” o las “nobles” causas de los abigeos políticos a los que sponsorea con deliverys de caja.

Sintoniza y exacerba con sutileza, esa especie de semiconvicción de resentimiento que campea entre los pobres contra los ricos.

Es como si quisiera colapsar cualquier indiferencia o contemplación pacífica sobre los abismos que hay en el status económico de la sociedad.

Convierte de inmediato la palabra “poderosos” en sinónimo de “empresarios”, despotrica contra ellos y luego, de tal modo, su pedido de ayuda queda instalado en trasladar aquel resentimiento hacia una simple actitud que, ahora, así planteada, podrá tener un sentido concreto : Su salvación personal.

Vista la paliza de Misiones, ahora dice con un tono plañidero “que está muy cansado del esfuerzo que ha hecho casi sin ayuda de nadie” (textual), y que entonces, en estas condiciones, “acaso lo mejor sea no postular su reelección”.

Sueña con un clamor nacional que se lo suplique, pero no con la conmovedora simpleza de una Plaza de Mayo repleta. “Eso no alcanza”, ha dicho.

Estadísticamente, el “segundo turno” es el de las complicaciones serias. Con elemental olfato, avizora que, en caso de seguir, se verá obligado a ensayar una formidable cabriola en el aire, sólo para evitar que su “epílogo” deba transitar los mismos caminos de cualquier otro mandatario repetidor con el agregado, ahora, de un peligro que calza sólo a su medida :

Muchos lo estarán esperando para hacer lo mismo que él ha hecho con todos los “árboles caídos”.

Ya no quedan boletos para ver ese espectáculo desde las primeras filas. Platea alta y popular, …. sólo unos pocos lugares.

Está todo vendido… y él lo sabe.

Sin embargo no es absolutamente seguro que tal peligro especial haya conseguido desalentarlo.

Subyace en todo esto una maniobra estratégica que consiste simplemente en “ir por más” a partir de los clamores de masa y de la ampliación de los cheques en blanco.

Hay que refrendar los superpoderes con jerarquía parlamentaria pero con una amplitud mucho mayor.

Una vez finalizadas las elecciones y si acaso se puede llegar hasta allí sin sobresaltos, si los elementos que quedan en pié permiten la continuidad y si acaso el clima resulta gobernable, podrá cambiarse el pordioserismo político por otro tipo de convocatoria que tenga un perfil un poco más bélico.

Falta todavía saber en qué tipo de reacción final de la sociedad pueden llegar algún día a canalizarse y resolverse los siguientes vectores de conflicto :

a. El reclamo social de las bases trabajadoras frente a una eventual anarquía por la guerra sindical desatada.

b. El clima de persecución de los uniformados a partir de la nueva ola de juicios que se pueda contaminar quizás por otro caso “López”.

c. La postergación inaudita de las tarifas y la gran artificialización de los precios controlados de bienes y servicios, así como la de todas las reformas estructurales que no han sido hechas.

d. La crisis energética inesquivable, en ciernes.

e. La nueva violencia por desentendimiento total
del Estado en su contención más elemental.

Este pentagrama temible de “focos sépticos”, es precisamente, el germen de aquel escenario de Postergación, Simulación e Improvisación que se mueve y se ha de mover en el marco de una economía que ya no puede crecer al mismo ritmo, simplemente por el hecho de que nadie invierte en la Argentina con esta olla a presión funcionando.

Y allí es donde la parábola del pordiosero aparece :

Por cuanto el pordioserismo político y económico “hacia adentro” va a terminar poniendo al país, indefectiblemente, en la triste condición de tener que regresar, por quincuagésima vez, a golpear las puertas del mundo financiador.

Y tener que aceptar, luego de navegar en la soberbia, lo que siempre nos regala esta dirigencia política experta en la farsa :

“PORDIOSERISMO HACIA FUERA”.

Esa es, justamente, la parábola del pordiosero

Lic Gustavo A Bunse
gabunse@yahoo.com.ar