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Global Inside Synopsis es una marca registrada de newsletter con contenidos de información, análisis y opinión política y económica de Argentina y el mundo. Se brinda en este espacio un panorama que se considera altamente calificado para la toma de decisiones.

miércoles, agosto 30, 2006

EDITORIAL : “NOS FALTA UNA VIDA”.
(Por el Lic. Gustavo Adolfo Bunse). 15/8/2006



“En el verdadero mediocre, la cabeza es un simple adorno en el cuerpo.
Si uno de ellos nos oyera decir que sirve para pensar, creería que estamos locos.
Si llegan a tener poder, destituirían a un funcionario del Estado si le sorprendieran
leyendo a Bocaccio, a Quevedo ó a Rabelais.
Creen que el buen humor compromete la respetuosidad y estimula el hábito anarquista
de reír.
Constreñidos a vegetar en horizontes estrechos, llegan hasta a desdeñar todo lo
ideal lo agradable, en nombre de lo inmediatamente provechoso.
Su miopía moral les impide comprender el equilibrio supremo entre la elegancia y la
fuerza, la belleza y la sabiduría”.

José Ingenieros



Acaso tengan que borrar parte de su soberbia, si se les empieza a complicar el país.

Y hacer un pronóstico de complicación del país no es un ejercicio demasiado arriesgado, teniendo a la vista todo lo que están dañando u omitiendo por estas horas.
Es que, con poco, se pueden extrapolar con bastante sencillez, las consecuencias más pequeñas.


Pero parece mucho más propio hablar en primera persona del plural y decir que se nos puede complicar mucho el país a todos los que vivimos aquí.


Y frente a esa posibilidad, ni siquiera es posible expresar hoy esa famosa frase mediocre :

“Ojalá que eso no ocurra”.

Las complicaciones que han empezado a asomar no son de ningún modo unicausales.

No es el atisbo de inflación que se les deslizó como un virus y que controlan en modo absolutamente artificial.

No es tampoco la pobreza ó la indigencia cuyos índices fabricados por ellos mismos, mejoran cada día.

No es la intranquilidad social de las clases bajas que pueda ampliar su perímetro por esta contaminación de precios, ni tampoco el rebrote de la protesta social en los piquetes o en los paros que se conjuran cada media hora.

El problema es toda la estructura del Estado.

Es exactamente eso lo que nos ha avisado con pena y con un diagnóstico certero el genial Marcos Aguinis en su último libro “¿ Qué hacer ?”.

Es un “todo” que falta hacer en el país y es la nada que yace impávida por lo erróneo, lo mediocre, lo efímero y lo improvisado que se ha hecho.

Es la base del Estado que nadie ve y que tambalea todavía sin que nadie atine a conmoverse por la carcoma sutil de todas las instituciones republicanas.

Es la vergüenza metafísica irradiada desde el poder a través de su repugnancia por el capital, por la inversión y por el lucro ó la rentabilidad. Su apuesta por mantener la incertidumbre.

Es la catalepsia increíble en la que se halla la seguridad jurídica y es también la extinción del estado de derecho propiciada desde el seno Gobierno.

El estancamiento y la parálisis de las cien reformas estructurales pendientes e imprescindibles que está fomentando una conducción, embelesada como un narcisista en el espejo y anestesiada por los vapores de un poder acumulado que le permite someter a propios y extraños.

La educación pública subsumida y postrada, la vergüenza por el mérito propio y el horror por la sospecha de pensar diferente.
La cultura de la dádiva en lugar del esfuerzo y el mérito.

Es algo esencial, “de fondo”, que no puede quedarse enmascarado eternamente.

Una especie de septicemia que se propaga sin pausa con el incentivo permanente de la dirigencia política para que todo dependa solamente de sus designios y se sufrague con la “caja”.

Ni siquiera la puja preelectoral para el 2007 debería ser responsable de ningún sobresalto si acaso estamos en condiciones normales.

Esa puja es totalmente inocua en un Estado sano.

Aquí no.

Aquí pone al desnudo el desquicio del sistema que les brinda espacio y andamiento, convirtiéndose en una danza obscena que lo único que logra es profundizar la repugnancia por la dirigencia política.

Resulta entonces, que las condiciones básicas para que el escenario de corto plazo se complique sustancialmente, están dadas en todos los órdenes del Estado.

Y la velocidad con que eso tenga lugar, no depende en absoluto de nada que pueda hacer la ciudadanía, toda vez que se han puesto a andar las cosas hacia direcciones impredecibles que van a resultar sólo del rumbo de la mediocridad que nos imponen.
El único rumbo que conocen quienes están conduciendo hoy a la Nación Argentina.

Han expresado textualmente y por cierto, sin nada de pudor, que no habrían de presentarle al país un “Plan” hecho y derecho hasta que no se saliera definitivamente del default. De prepo, se salió

Y allá fue entonces veinte veces el Presidente, a rodar por el mundo sin ningún plan y también sin un rumbo serio, creyendo que hay que “agredir para agradar”.

Mañosamente, ha hecho el intento mediocre de explicar a quienes tuvieron la amabilidad de escucharlo, cuál era exactamente el conjunto de parches implementados ahora para resolver la imprevisión de los actuales resultados.

Les dijo casi admonitoriamente que necesitaba sus inversiones mientras, al mismo tiempo, apretaba a los empresarios inversores de igual bandera que ya estaban instalados en el país.
Un ejemplo tan ingenuo de hipocresía que dejó a todos en estado de perplejidad.

No le creyeron un bledo ni le creen tampoco ahora, al verlo abrazarse calurosamente con Chavez, con Evo Morales y con el moribundo Fidel Castro.

La famosa “RECUPERACION – REFLEJA”, tuvo que ser ayudada artificialmente con las herramientas de la recaudación a base de varios impuestos distorsivos y confiscatorios, aplicados sobre todo lo que luciera transitorio, perecedero, incierto y coyuntural.

La caja se venía llenando con superávit y esa alegría no alcanzó para convocarlos jamás a la prudencia del ahorro.

El caso es que había y sigue habiendo muchas bocas que tapar, algunas con comida , otras para que no opinen, y otras para esclavizarlas, razón por la cual era preciso hacer cheques… a diestra y siniestra.

El gasto público no mereció el más mínimo recorte y la imprenta de billetes funciona bastante bien para tener el dólar en los niveles de utilidad para seguir cobrándole retenciones a la exportación de soja, trigo y siderurgia.

El oxígeno artificial para llegar a las elecciones de 2007 no es muy difícil de lograr para este Gobierno frente a una ciudadanía que está completamente ajena e ignorante de todo el escenario de improvisaciones que se ha elegido transitar , con lo cual, seguramente enmascarados en las encuestas de artemiópolis, no han de temer en absoluto seguir andando así … a los tumbos y sin plan.

Sin contrapoderes, con su capricho plebiscitado y más cerca ya del final que del principio, no habrá pues, problemas para seguir improvisando de la manera más aleatoria y antojadiza que se cuadre.

La irresponsabilidad colectiva es sin duda la esencia para que florezca la mediocracia.

Acaso debamos seguir viviendo así durante muchos años al acecho, revolcándonos una y mil veces en sucesivos desencantos, mirando con perplejidad el burdel de los políticos y los aventureros que llegan en oleadas al poder sin la menor noción de respeto por su propia dignidad.

Acaso jamás llegaremos a vernos a nosotros mismos con alguna virtud ó con la mas pequeña gallardía.

Somos quizás, expertos en el arte suicida de la resignada pasividad. Y en la manía de preferir, primero que nada, borrar culpas que dar batalla.

Y así habremos de ver … empantanados en otro nuevo desencanto, que… en realidad, nos falta una vida para hallar la clave que nos permita salir de esta mediocracia.